En el imperio ruso la adopción de la tendencia europea fue clara pero desarrollo posteriormente un estilo con características propias basadas en la tradición rusa. Se caracterizaban por ser construcciones religiosas, en muchas ocasiones a las afueras de las ciudades y donde la torre toma una gran importancia. Podremos citar como ejemplos la catedral de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo o la torre de Mensikov en Moscú.
Catedral de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo
Torre de Mensikov en Moscú