La mano de abierta de Chandigarh diseñada por el arquitecto suizo Charles Édouard Jeanneret-Gris más conocido como Le Corbusier, logra ser el símbolo de la independencia de India además de representar la modernidad y la amistad a los pueblos vecinos. Se asemeja a una mano abierta con el deseo de aunar fuerzas, de ser eje captador de energías. Aunque también pueda ser una mano proveedora de generosidad al visitante. Probablemente sea cuestión de interpretaciones pero el logo lecorbuseriano se ha convertido en la imágen capital de todo el complejo urbanístico y arquitectónico que proyecta el arquitecto en Chandigarh.
Este signo que se voltea según los vientos puede apuntar, dirigirse y señalar al visitante múltiples opciones dando la sensación de un emblema integrador y democrático después de ciertas convulsiones en el país indiano.
Le Corbusier fuerza su diseño (así lo demuestran la colocación de los dedos) para que surja una interpretación no sólo como una mano abierta sino también como una paloma en pleno vuelo que se mueve, que gira, que trae sosiego y armonía.
Si nos fijamos en las caras que componen la mano-paloma veremos que sólo una representa más claramente la mano y la otra más bien un emblema o una paloma como si se tratase de una mano que libera una paloma en síntoma de paz y tranquilidad para los habitantes de la India, no solo de la ciudad, ya que en Chandigarh se sitúan los edificios representativos del Gobierno Federativo de India.