1. ¿Qué es y para qué sirve un portero electrónico?
El portero electrónico o automático, es un dispositivo de comunicación y seguridad cuya característica principal es el control de acceso a viviendas unifamiliares, edificios de viviendas, oficinas o empresas. Permite comunicar mediante voz a dos interlocutores separados entre sí por distancias cortas.
2. Componentes de un portero electrónico
- Fuente de alimentación. Se encarga de adecuar la tensión de la red eléctrica a la que necesitan los componentes del sistema, normalmente 12 V o 15 V en corriente continua. En función del número de abrepuertas y teléfonos a conectar en ella, la fuente de alimentación debe ser de mayor o menor potencia. Se conectará al cuadro eléctrico correspondiente protegido con un interruptor magnetotérmico de al menos 10 A y protegido también por un interruptor diferencial con sensibilidad 30 mA.
- Placa de calle. Aloja los pulsadores, el micrófono y el altavoz que permite la comunicación con los teléfonos distribuidos. Pueden ser compactas o modulares. Las placas de calle pueden tener instalación empotrada o en superficie. Cuando el número de vecinos es elevado y para evitar que la placa de calle tenga un gran número de pulsadores, algunos fabricantes disponen de modelos con un teclado numérico, que permiten introducir un código asociado a cada una de las viviendas.
- Abrepuertas. Es el dispositivo que se encuentra instalado en la cerradura de la puerta de entrada. Su apertura se controla eléctricamente desde los teléfonos individuales y funciona a 12 o 15 V en corriente continua. Existen modelos para empotrar o fijar en la superficie de la puerta además de abrepuertas que se activan durante el accionamiento de un pulsador o que se mantienen activados durante un cierto tiempo mediante una pulsación eléctrica.
- Teléfono. Son los elementos que se instalan en cada una de las viviendas. Con ellos se establece la comunicación con la placa de calle, permitiendo activar a distancia el abrepuertas mediante un pulsador.
- Cable. El cable utilizado en sistemas de porteros automáticos convencionales se presenta en forma de mazo. Éste se compone de numerosos hilos flexibles de sección 0,5 mm2 codificados por colores.