Los intercomunicadores permiten comunicar mediante voz y, en algunos casos mediante vídeo, estancias de un mismo recinto. Estos sistemas requieren teléfonos con teclado para marcar la extensión con la que se desea establecer la comunicación. Cada teléfono debe estar codificado con un código que es único en la instalación y sirve para identificarlo entre los demás. El número de teléfonos máximo a conectar depende del sistema. Es necesario un sistema de control que además sirva como fuente de alimentación. Su aspecto es similar a los vistos para los porteros y videoporteros electrónicos y se instala sobre un raíl DIN normalizado. El número de cables de este montaje es reducido, dos para el bus de control, y uno, entre teléfonos, para el audio.