"La Guerra de las corrientes" (The Current War) es una película estadounidense de drama histórico que describe una de las primeras disputas corporativas de la historia y el enfrentamiento personal y comercial entre Thomas Edison y George Westinghouse. El objetivo de los dos es hacerse con la propiedad de la implantación del sistema eléctrico de los Estados Unidos. Durante esta intensa guerra comercial también tuvieron una importante participación dos personajes fundamentales: Nikola Tesla, uno de los más importantes y controvertidos inventores de la historia y el inversor y banquero J.P. Morgan.
El joven Nikola Tesla había llegado a Estados Unidos, procedente de Europa, con un puñado de buenas ideas para mejorar el estándar de electricidad ideado por Thomas Alva Edison. La corriente continua no permitía transmitir energía a distancias superiores a 1 o 2 km, por lo que debían instalarse generadores por toda la ciudad. Y como tampoco se podía transformar el voltaje, se necesitaban líneas eléctricas por separado para proporcionar energía tanto a las industrias como a los hogares de forma eficiente, segura y económica. El resultado era que el cielo de Nueva York estaba sembrado de gruesos cables de cobre.
Sin embargo, los buenos propósitos y conocimientos de Tesla chocaron con los deseos y ambiciones de Edison quien emprendió una lucha para denostarlo, porque si demostraba la peligrosidad de la corriente alterna se aseguraba la permanencia de su corriente continua en las urbes estadounidenses. La comercialización de aquel nuevo sistema de energía supuso el inicio de la “guerra de corrientes”, que enfrentó durante casi una década a Thomas Alva Edison y la General Electric, por un lado, con Nikola Tesla y la Westinghouse Corporation, por otro. Edison emprendió una campaña de difamación y desprestigio de la corriente alterna. Llenó la ciudad de carteles que advertían de los peligros que esta suponía y se dedicó a electrocutar en público, con corriente alterna, a perros y caballos para demostrar así su poca seguridad.
Aquel duelo de corrientes se resolvería ante millones de personas en la inauguración de la Exposición Universal de Chicago de 1893. Según palabras de Tesla refiriéndose a Edison: “El presente es suyo, el futuro será mío”. La corriente alterna se imponía así sobre la continua y sería la energía de consumo masivo del siglo XX.