Influencias recibidas: las estatuas de los doce apóstoles que se encuentran en su interior son réplicas de la situadas en la Iglesia de San Juan de Letrán en Roma. Destaca la presencia de elementos barrocos como la utilización de azulejos o elementos dorados en los detalles recargados en su interior además de ciertas características neoclásicas que se añadieron posteriormente a su construcción. En su exterior, destaca principalmente la composición rítmica de la fachada junto con las torres. La fachada se puede asimilar a la que nos encontramos en la Basílica de Guadalupe en México DF, al menos en su parte central.
Solución espacial (tipo de planta, alturas de espacios, jerarquías): se basa en una planta en forma de cruz latina compuesta por una nave central de mayor altura y dos laterales donde se encuentran nichos con las figuras de los apóstoles.
Solución estructural (cúpulas, bóvedas, sistemas de apoyo, materiales): el transepto es coronado por una gran cúpula octogonal sobre tambor. En la nave principal se usan bóvedas de aristas que se combinan con lunetos con los que se consigue la entrada de luz natural a las naves. La nava central es definida por pilares que además cumplen la función estructural mientras que la composición se cierra con muros perimetrales.
Solución formal (elementos de fachadas, composición de fachadas, texturas, colores, volúmenes): en la fachada destaca la portada principal, saliente y más llamativa debido a su ritmo más dinámico en comparación con las bases de las torres, simples y estáticas. En la parte superior de las torres el Barroco es de gran intensidad. La utilización de materiales del lugar logra dar a la construcción un tono rosáceo que se contrasta con el interior mucho más vivaz y colorido con la utilización de tonos dorados, blancos y azulestes.