Los modelos urbanos pueden describirse de una forma más amplia a través de las siguientes variables: sistemas infraestructurales, proceso de producción de suelo, tipo de planeamiento, características del fenómeno de la centralidad y papel que asume el centro histórico.
El modelo urbano tradicional compacto se inicio a principios del siglo XIX donde la ciudad tradicional es objetivo y objeto y adopta el soporte físico del capital y el campo espacial de la acumulación capitalista.
1. Sistemas infraestructurales. Se produce una sobreutilización de lo construido: el capital hereda la infraestructura y conforma un nuevo territorio urbano a partir de lo existente.
2. Proceso de producción de suelo. Se apoya en las infraestructuras existentes y completa la ciudad histórica en sus bordes. Se produce una continuación-reproducción del tejido urbano previo.
3. Tipo de planeamiento. No se planean perspectivas de futuro ni de control del crecimiento. Planificar en este modelo es reproducir o recrear la ciudad existente.
4. Centralidad. El centro es la ciudad con respecto al territorio-campo que la circunda. No se da una contraposición significativa o con límites sustanciales entre el centro y la periferia. Solo existe la contradicción campo-ciudad. El centro de la ciudad no es considerada una centralidad en el sentido más amplio y actual ya que existe una continuación espacial y no se advierten diferencias.
5. El centro histórico. No se tiene conciencia de sus valores y se prima la permanencia de los monumentos históricos pero no existe un respeto a la ciudad histórica en su conjunto.