Son muchas las ocasiones en las que en un proceso automático se necesita invertir el sentido de giro de un motor, por ejemplo para mover grúas, ascensores... Dicha inversión se realiza permutando dos de las fases que alimentan al motor y para saber en qué sentido girará se hace un prueba en vacío (prueba sin carga aplicada). Hay que tener cuidado pues si invertimos las tres fases el motor no invierte y se queda como estaba. El cambio de orden de las fases se suele hacer mediante dos contactores y estos nunca deben entrar los dos a la vez porque sino se produciría un cortocircuito. Por ello podemos disponer de dos tipos de enclavamiento:
- Enclavamiento mecánico. En el mercado podemos encontrar contactores para inversión de giro que poseen un enclavamiento mecánico. Se trata de colocar una pieza auxiliar entre los dos contactores que funciona a modo de balancín evitando que puedan entrar a la vez.
- Enclavamiento eléctrico en el circuito de mando (más utilizado). Consiste en intercalar los contactos cerrados auxiliares de los contactores en la alimentación de las bobinas contrarias, para que no puedan entrar en funcionamiento simultáneamente.