La gentrificación, término que proviene de la voz anglosajona “gentry”que significa aristocracia, es un largo proceso inmobiliario-socioeconómico por la que grandes capitales y/o empresas entran en un barrio deprimido de una gran ciudad, acaparan la mayor parte de sus locales comerciales y viviendas y gracias a la connivencia de las autoridades locales, fuerzan la mudanza del barrio, en mayor o menor medida, de todo lo que no encaje con el nuevo concepto "cool" que se quiere imprimir al barrio en cuestión.
Una vez que el barrio les pertenece inmobiliariamente en gran parte, y se ha efectuado el necesario lavado de cara callejero, viene el proceso de gentrificación propiamente dicho. Se empiezan a ofrecer locales atractivos y con muy buena imagen en condiciones económicamente muy ventajosas. Comienzan por establecimientos en las zonas del barrio más atractivas y colindantes con las zonas prime de los alrededores. Poco a poco, y atraídos por la nueva seguridad en las calles, por un floreciente comercio minorista, y por unos precios sensiblemente inferiores a las zonas circundantes, empiezan a llegar masivamente nuevos negocios.
Tras esa renovación, acaban llegando también los habitantes de nuevo cuño, en consonancia con el nuevo aire que se le ha dado al barrio. Con ello, tanto los precios de locales comerciales, como también de los pisos, se empiezan a revalorizar y a atraer la atención de terceros inversionistas y otras grandes empresas que no han promovido ese proceso de gentrificación.
La revalorización inmobiliaria lleva a unos precios desorbitados, que no sólo aumentan los gastos de alquiler de los negocios, sino que también imprimen un alto nivel de vida en la ciudad para los residentes que tratan de quedarse (clases más modestas).
Todo este fenómeno provoca que las personas, que llenan un barrio de vida y actividad económica, imprimen una cierta personalidad a cada zona y que son un elemento indispensable de la ciudad, sean objeto de debate tras reemplazar aquellas clases más modestas por clases medias que ha traído el proceso de gentrificación produciendo un efecto socioeconómico dañino a largo plazo.
Todo acaba redundando en un efecto llamada convirtiendo al barrio con actividad económica pujante y precios altos, en consonancia con los barrios colindantes. Y por supuesto, ello acaba resultando en un proceso de enriquecimiento de las empresas y particulares que iniciaron ese proceso de gentrificación, compraron masivamente a precio de barrio deprimido, y ven ahora suculentas ganancias con la revalorización de los alquileres y de las propiedades que acapararon antes de la transformación.
Todo este tipo de procesos socioeconómicos tan masivos y complejos rara vez son achacables a un único factor, sino más bien a una conjunción de factores y este puede venir acompañado con lo que se denominada "amazonización".
Se está produciendo un gran trasvase de ventas minoristas del comercio tradicional a pie de calle a retailers de comercio electrónico como la todopoderosa Amazon. Los nuevos ciudadanos de las zonas gentrificadas además de sustituir a la población local, han pasado a comprar masivamente por internet transformando el tejido socioeconómico de una forma desconocida hasta el momento. Una transformación digital y socioeconómica que provoca la metamorfosis de nuestras ciudades en un continuo proceso de adaptación al entorno.
